Mi experiencia cuando supe que estaba libre de cáncer de mama

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Viendo los resultados de mi sonomamografía de rutina mi ginecóloga tuvo sospechas de cáncer de mama. Después de varios estudios y consultadas médicas, me diagnosticaron libre de cáncer de mama. Por un lado, sentí un gran alivio, pero por otro lado sentí algo de contrariedad.

Mi nombre es Natalia Valerio, vengo de dos familias maravillosas que ambas tienen antecedentes de cáncer. Por le lado de mi papa, mi abuelo partió hace solo un mes luego de luchar como todo un campeón contra un cáncer de próstata. Mi madre hace cuatro años partió a los brazos del Señor luego de luchar como toda una guerrera por 3 años contra un cáncer de ovario que se detectó cuando ya estaba en etapa 4 y con metástasis en varios órganos. Tengo tías y primas que gracias a Dios han logrado sobrevivir a cáncer de ovario.

Las probabilidades de que yo padezca cáncer en algún momento de la vida son muy altas, y de hecho tengo un cuadro de salud digno de observación cuidadosa: quistes en los ovarios y en las dos mamas; dolores fuertes antes, durante y después del periodo. Todos los años me hago todos los estudios de rutina como son el Papanicolau, la sonomamografía y estudios de laboratorio que sean necesarios según los síntomas del momento.

Proceso de estudios médicos para detectar el cáncer

En mi último chequeo de rutina en los resultados de la sonomamografía se vio un aumento del tamaño de los quites de las mamas, lo cual preocupó a mi ginecóloga. La verdad que yo por los dolores y por mis antecedentes, siempre me he enfocado en observar a los ovarios, y nunca me enfoqué en las mamas, por lo que entonces yo también me preocupé con estos resultados.

Con esta sospecha mi ginecóloga me refiere a oncología de una vez, para revisión de resultados de sonomamografía y el seguimiento oportuno, pues sospechábamos que quizás tocaba extraer los quistes de las mamas en cirugía. Inicié entonces proceso para consultar oncólogos. La primera oncóloga que visité se enfocó inmediatamente en cirugía; aunque me indicó primero una biopsia, se sentía en su conversación que ya estaba predispuesta a indicar cirugía. Sentí que debía buscar otra oncóloga, y eso hice. Busqué la oncóloga que había tratado a mi mamá, pues ella además de mi confianza tenía la ventaja de que conocía bien a fondo el caso de mi madre.

Luego de que la oncóloga de mami revisara el historial de los estudios que yo tenía en ese momento, corroboró con la oncóloga anterior y me indicó la biopsia para verificar más a fondo qué había en mis senos. Después de los resultados de la biopsia, hubo que hacer resonancia magnética, porque la biopsia no arrojó claridad en los resultados. Gracias a Dios la resonancia dio como resultado que los quistes no son malignos, y que estoy en una clasificación de resultados BI-RADS 2, que quiere decir que en este momento tengo las mismas probabilidades que cualquier otra persona de padecer cáncer de mama.

Lo que sentí durante y después del proceso

Llevar todo este proceso me puso a pensar muchas cosas; lo primero fue que recordé fue todo el proceso que pasé con mami, pues me tocó visitar los mismos centros que visitaba con ella. En segundo lugar, lo que llegó a mi mente fue hacer un análisis de la posibilidad de que me diagnosticaran cáncer de mama.

Este pensamiento de una vez te abre un abanico de otros tantos pensamientos más, dentro de los cuales los más fuertes en mi caso fueron dos. El primero fue preguntarme ¿qué yo quería hacer si me moriría pronto?, ¿qué me haría feliz, aunque supiera que pronto iba a morirme? Este pensamiento me ayudó mucho a poner en perspectiva mi vida, y de hecho estoy haciendo algunos cambios para mejorar todo lo que encontré que no anda bien. El otro pensamiento fue de vanidad, pues al tener los pechos pequeños me entró la duda de que si había que operarme me podía quedar con una talla menos de brasier y eso no me conviene porque de hecho tengo los pechos pequeños. ¡¡Que linda yo!! Jejeje

Al recibir el resultado de que no tenia cáncer de mama y que no era necesario operarme, el alivio fue enorme. Inmediatamente se me olvidaron todos los otros 1500 problemas que yo tenía en ese momento, y casi no pude quitarme la sonrisa de mi cara por varias horas. Pero después no me alegré tanto, al darme cuenta de que me estaba perdiendo los beneficios que vivió mami durante su proceso, esas bondades de la vida que solo podemos ver cuando tenemos pocas cosas en las manos y sencillamente valoramos las que hay. Verdaderamente mami hizo limonada con todos los limones que le dieron en aquel entonces.

Mensaje para todos desde mi experiencia

El cáncer es una enfermedad catastrófica que te golpea la vida a ti, al paciente, a la familia y a los amigos. Se vive un ambiente de estrés e impotencia que solo agarrándonos de Dios podemos salir adelante. Y eso fue lo que mi mamá hizo, agarrarse de Dios, y gracias a ello pudimos llevar la situación como un equipo de apoyo en la familia, todos la llevamos a citas médicas, quimioterapias, hemograma, tomografías y otros. No dejamos de celebrar ni un solo cumpleaños, día de madre, día de padre, y navidades, aunque fuera con una humilde picadera pero nos juntábamos como familia a compartir. Ella no dejo de pasear nunca, salía a todas partes incluyendo la playa donde se tenía que bañar con una sombrilla para protegerse del sol, ya que los rayos del sol no son muy amigos de la quimioterapia. En fin, como familia nos unimos más por la situación que vivíamos con ella y la acompañamos en todo su proceso.

Si alguna persona recibe la noticia de que tiene cáncer, ya sea cáncer de mama, de ovario o de cualquier otro órgano, no sienta que está perdido o perdida. En realidad, sí es una noticia delicada, que le está avisando que le va a tocar vivir momentos muy difíciles, no solo por los dolores físicos que le esperan a su cuerpo, sino también por temas económicos y de otra naturaleza; pero no es final ni es lo peor del mundo tampoco, algo bueno puede salir de esa experiencia. Durante el proceso de tratamiento del cáncer se pueden descubrir y valorar muchas cosas de la vida que quizás gozando de plena salud no les diera valor, y al final de todo lo que importa es la calidad con la que vivamos cada minuto de nuestra vida, así sean solo dos.

Foto de Thirdman

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